Como resultado de la fenomenal nevada que nos asoló el miercoles tarde y el jueves por la mañana, ayudada por la incompetencia de nuestros gobernantes, la nieve se agolpó hasta el fin de semana. Coincidió que se registraron las temperaturas más bajas de los últimos 38 años (hasta 10,5ºC bajo cero en el observatorio del a Virgen del Camino), con lo cual la nieve se convirtió en hielo.
Aproveché para hacer ejercicio, limpiando la entrada del garage (el rectángulo y las rodadas donde no hay nieve en la foto), pala en mano, como ha escrito mucha gente: "ibas andando por León y no veias a nadie de los servicios oficiales con la pala, pero si a muchos ciudadanos con la pala", como podeis apreciar me quedó niquelada, y unas agujetas al día siguiente... por la falta de costumbre.
El lunes por la tarde estaban las calles imprácticables, estuve a punto de "besar el suelo" dos veces. La primera podía haber sido muy gorda, pues era bajando una escalera totalmente helada en el campus. Como se suele decir "no me caí porque no la tenía ahí", yo prefiero pensar que la razón fue que mi Ángel de la Guarda estaba conmigo.
Solamente desearos, y más en estos días, que no nos abandone a cada uno de nosotros nuestro Ángel de la guarda .